Según explicó el arqueólogo Miquel Martí, su abuelo halló en el lago de la Albufera «un barco romano con ánforas» cuando hacía un campo de arroz entre Catarroja y Silla en 1934. Según Martí, este tipo de hallazgos situaría a l'Albufera como un puerto interior en la época romana mientras la devesa del Saler y Cullera serían los puertos exteriores.
La presencia de villas romanas aun enterradas y yacimentos medievales, opina Martí, evidencia la importancia histórica y arqueológica de este lugar y ha animado a personas e instituciones públicas a «sacar ese tesoro todavía desconocido que es el pasado pero también el futuro de nuestro lago». Levante, 3-12-2006
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