
La pieza se asemeja al asta de un toro, mide 16,6 centímetros de lato, y es de color verde azulado muy pálido y transparente.
El origen de esta peculiar forma es helenístico, y en Roma se usaba para beber vino, ya que el cristal presentaba la facilidad de limpieza y evitaba los sabores que podían aportar al vino otros materiales, como la cerámica y algunos metales.
La forma de beber vino con esta pieza se conoce como 'beber a chorro', llegando a ser un utensilio frecuente en los banquetes romanos que servía para mostrar la riqueza y posición social de los anfitriones. Después de los entremeses y de la cena, y antes de dar paso a los postres y los brindis, se daba las gracias a los dioses lares que eran colocados en una mesa en la que se les tributaba una libación de vino. Fuente: Hoy Digital
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